Tema del Mes > Agosto 2018

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Violencia e instintos Creo que la manifestación de la violencia, en el individuo y en las sociedades, tiene un factor de origen muy importante en el desbalance entre la conexión, comprensión y satisfacción de nuestros instintos, y por lo tanto de nuestra relación directa con la armonía de la Naturaleza, a la que finalmente pertenecemos, provocado todo esto por la alienación, la privación, la domesticación social de nuestros propios instintos —de manera paulatina, pero cada día en mayor evidencia— hacia un supuesto desarrollo de la Humanidad. Los invito de nuevo a continuar reflexionando y participar con el llenado de las encuestas del trabajo de investigación que lleva a cabo el Dr. Mikel García García (ver Tema del Mes julio 2018), pero ahora también en conexión directa con lo que nos describió la psicóloga María Mora Viñas en su artículo "¿Instintos en peligro de extinción?" (ver Tema del Mes enero 2018), es decir, el regreso "consciente" al estado natural, a la valorización "consciente" de nuestros instintos, y a lo que el mismo C.G. Jung indicó: "... los animales son ciudadanos decentes en la naturaleza. Son piadosos, siguen su camino con bella regularidad, no hacen nada extravagante. Sólo el hombre es extravagante. Por eso, si asimilas el carácter del animal, entonces te conviertes en un ciudadano especialmente fiel a la ley, vas muy lento, te vuelves muy razonable en tus modales, en tanto que seas capaz de lograrlo." Basta leer el siguiente comentario recibido, de la maestra Leticia Serrano Méndez, para encontrar que hay una conexión directa entre los discursos del Dr. Mikel García García y de la psicóloga María Mora Viñas, así como de la percepción de nuestros lectores (ver Tema de Mes febrero 2018). Dra. María Guadalupe Abac Archundia Agosto 2018 Comentario recibido de la maestra Leticia Serrano Méndez 26 de febrero de 2018 María Muchas gracias por compartirnos los comentarios en torno al escrito de María Mora. Aunque expresado con diferentes palabras y estilos, todos ellos con un hilo conductor: el poco reconocimiento y contacto con nuestros instintos. Y digo nuestro porque cuando los leí me dije: no soy la única que los ha perdido, que se mira y no los encuentra. He de decir que el instinto de supervivencia es el único que identifico presente en mí. Me ha funcionado bien en situaciones de peligro; mi cuerpo y mi mente se ponen en alerta, mis ojos, oído y cerebro se agudizan y comienzan a vislumbrar posibles estrategias de solución. Pero creo que no más…como dice Daniel, tendré “que fijarme más en reacciones mías que puedan ser instintivas… A ver qué encuentro”. En relación con las imágenes creo que ambas transmiten seguridad, placidez. La del niño con su perrito es muy bella, aunque inimaginable para mí, nunca tuve tanta cercanía con los animales. El comentario directo, sin medias tintas, de Alejandro me impactó: “...seres totalmente convencionales y semivivos”, al no reconocer y vivir nuestros instintos y sí al dejarnos moldear de acuerdo a los patrones socialmente aceptados. Seres social y políticamente correctos, mas no del todo vivos y plenos. “Me da pena cuanto dejamos de vivir por ser personas normales”, es decir, dentro de la norma, apegados a la norma. Uff, que fuerte!! Y qué cierto. Me reí con el comentario de Daniel sobre el instinto de su perra que sabe cuándo le toca el veterinario. Esperaba que él dijera que le gustaría ese instinto para saber cuándo ir al médico. Aunque estaba implícito, jeje. Sí creo que los animales son maestros, se aprende de los perros la nobleza —aunque de lejitos en mi caso, y a través de los perros de mi hija—, y se desarrolla la responsabilidad. Y a respetarlos, puedo decir que aprendí a respetarles, ya no son seres ajenos. Juan Carlos con pocas palabras es contundente, “conducirse con honestidad y sabiduría como un animal”. Me parece que el estar cerca de sus instintos es lo que hace que Juanca sea autentico y creativo. El comentario de Guadalupe es como ella, inteligente, analítico e introspectivo. Rescata textos clave que plantea María Mora y se pregunta: “¿Qué aspecto de mi personalidad está interesado en que mis instintos y mi naturaleza se sientan desarraigados? ¿para qué?”. Y yo agregaría, ¿cuándo y cómo ocurrió la domesticación de mis instintos? No lo tengo claro, pero creo que desde muy chica. Y respondiendo a la pregunta de Guadalupe, diría que mis aspectos masoquistas, obsesivos, complacientes con el sistema y las y los otros, el mantener una imagen. No pos con razón!!! Así cuándo voy a contactar con mis instintos y mi naturaleza! Gracias María por compartirnos los comentarios de los compañeros; y, Guadalupe, fue muy interesante ver las reflexiones diversas y a la vez confluentes, los disfruté mucho y me sentí acompañada. Te dejo un abrazo. Lety Serrano