Dentro de la gran tristeza y el impacto material, psíquico y moral a lo sucedido en nuestro México, el terremoto del pasado 19 de septiembre, que afectó en algunas ciudades más que en otras, ha surgido un aspecto muy de nuestro pueblo: ¡¡ estar con el otro en la desgracia !!

Ante esta hecatombe de Gaïa surge ese aspecto humano, amoroso, de identificación de la nación mexicana, que nos hace una familia. Ante el dolor y la desgracia surge la fuerza de reconstrucción permanente del mexicano, trabajando incluso contra la lenta acción de una autoridad poco madura y abusiva.

Una sorpresa bella en medio de todo esto es el surgimiento de los jóvenes “mileniales” que, abandonando su aparente indiferencia, apatía e indolencia, se pusieron a trabajar sin guantes, sin protección, acarreando piedras y escombros, ayudando a sacar gente viva y muerta, llevando alimento y consolando a los afectados, etc.

Gracias también a toda la ayuda internacional recibida, que se unieron brazo a brazo con el mexicano y, como siempre, gracias a nuestros heroicos “Topos”.

Pero por otro lado, a la semana del evento ya empieza a surgir lo más bajo de lo humano, el aspecto depredador, abusivo;  así entonces, vemos que en esta desgracia aparecen los lados sombrío y luminoso del actuar humano, lo cual es un ejemplo del tema junguiano de la Sombra tratado aquí el mes anterior (siendo éste un ejemplo de la Sombra colectiva).

La ilustración con la que apoyamos este Tema del Mes es un regalo que me compartió Francesca Ruggiero desde Perú, y que amablemente nos permitió publicar su autor, el artista peruano Eduardo Tokeshi. Me gusta mucho pues es una imagen impactante, con la mano que surge de la tierra con fuerza, y la frase “¡Viva México Cabrones!” (esta última palabra viene del macho cabrío), que es el ímpetu del mexicano ante la desgracia, que pierde esa actitud pasiva, indolente, poco cooperativa, y actúa hábil y sagazmente, con fuerza para ayudar a nuestros hermanos y hermanas necesitados. Le agradecemos a Eduardo esta creación gráfica ante el impacto de una desgracia, y a Francesca, que también es otra artista... ¡¡ gracias !!