Tema del Mes > Septiembre 2018 |
Este
mes deseo compartirles extractos de algunos muy interesantes
comentarios recibidos sobre el tema del mes pasado, "Violencia e
instintos", que creo por sí mismos mueven a la reflexión en cada uno de
nosotros. Comentarios a "Violencia e instintos"
De Carmen Real (Zürich, Suiza):
“He
leído el tema del mes y la continuación sobre el tema de los instintos,
nuestra conexión o desconexión con él y me ha venido a la mente una
excelente película que trata el tema del poder de los instintos,
nuestro poder simbolizado y almacenado en el animal que nos acompaña
mientras hacemos nuestra experiencia. […] Se trata de : La brújula
dorada.
Además quisiera consultarte sobre un aspecto técnico y de comprensión del tema: cuando no estamos conectados con nuestros instintos, ¿estos son reeemplazados u opacados por nuestros complejos, o bien en su lugar actúan arquetipos? Sombra, ánimus, ánima.” De Enrique Galán Santamaría
(Madrid, España):
“La
violencia tiene muchos registros. El psicológico individual remite al
conflicto psíquico e interpersonal cuando hay un déficit de consciencia
y un muy precario desarrollo moral. Cuanto menor es el poder de un
individuo, más violento se manifiesta. Cuanto menos me comprendo, más
violento me siento.”
De Guadalupe Martínez
(Guadalajara, México):
“Este
desequilibrio que mencionas y desmenuzas, me permitió entender un poco
que al no estar conectados con nuestros instintos, nos deshumanizamos,
nos desnaturalizamos, es decir, nos alejamos de la esencia de la
naturaleza, nos alejamos de lo que nos humaniza. ¡Qué importante
conectarme con mis instintos!
La cita de Jung me gustó mucho también, de pronto recordé haber visto en algunas películas que los pueblos antiguos tenían costumbres en las que se enviaba a los jóvenes a vivir solos a la montaña, o al bosque, a valerse por si mismos y a la vez a hacerse uno sólo con la naturaleza, qué aprendizajes tan importantes deben haber logrado aquellos que lo hicieron, ¡qué conexión con sus instintos para sobrevivir!” Desde la perspectiva junguiana, entre menos conozco mis personalidades parciales (ánimus, ánima y/o sombra), más pueden éstas sustituir y actuar lo contrario a la “voluntad” de mi yo consciente. Porque el conocimiento propio, la ampliación de consciencia, nos permite asumir nuestra capacidad de agresión, que si es constructiva puede ser una energía hacia adelante. Sin embargo, cuando “… hay un déficit de consciencia y un muy precario desarrollo moral” la agresión toma una forma destructiva, pues entre menos me comprendo más permito que aflore la violencia, hacia mí y/o hacia el otro. Llegar a la violencia es trasgredir lo sagrado que hay en nosotros y en el otro, una profanación sin finalidad, completamente destructiva. Para terminar, nuevamente los invito a participar con el llenado de las encuestas del trabajo de investigación sobre la violencia que lleva a cabo el Dr. Mikel García García (ver Tema del Mes julio 2018) Dra.
María Guadalupe Abac Archundia
Septiembre 2018 |