Después de un mes de ausencia en nuestro sitio de Internet, empezamos un nuevo periodo presentándoles a ustedes –con mucho entusiasmo– lo que nos fue compartido tan amablemente por el Dr. Paul Brutsche, su artículo: Sobre los aspectos de la belleza en el Libro Rojo de C. G. Jung, la obra más íntima, bella y notoria, por su inmensa laboriosidad, del Dr. Carl Gustav Jung.

Desde que me regalaron la excelente edición en inglés del Libro Rojo (que pronto estará disponible en español, gracias a Ediciones Malba de Argentina), en esas noches o madrugadas en que necesito aquietar el alma y entender lo que ésta me quiere decir, abro al azar algunas de sus páginas y contemplo sus imágenes (en las que sé que C. G. Jung trabajó muchas horas); y lo primero que pienso es que yo no podría hacer ese trabajo, por mi incapacidad para dibujar y pintar, pero que sí puedo disfrutarlo y también inspirarme y sosegar el espíritu, contemplando el camino donde apuntalan todos esos desasosiegos, preguntas o emociones que emergen del diario vivir.

Este libro es para mí una obra conmovedora y una muestra del amor que Jung tenía por el trabajo con alma, por todo ese proceso alquímico, que es realmente el fondo y la sustancia de lo que sostiene a nuestros actos exteriores y cotidianos.

Sin duda alguna, el contenido del Libro Rojo de C. G. Jung dará lugar a muchos análisis y reflexiones; y uno de los primeros aspectos que resaltan es el relacionado a su parte estética, tan impresionante, la que resulta muy interesante observar como el reverso del espejo de los conceptos intelectuales de Jung... pero en este punto, es mejor dejar que sea el Dr. Paul Brutsche quien nos describa, a través de su artículo y con su lenguaje preciso y claro, acerca de este aspecto en el libro y de lo que significó en el trabajo con el alma del propio C. G. Jung.

En lo personal, que ya he tenido oportunidad de leer y escuchar muchos comentarios en relación al Libro Rojo, me parece que el escrito del Dr. Brutsche señala muy bien un aspecto primordial: que el trabajo psíquico conlleva lo ético y estético, lo racional e irracional, es decir, ¡todo de lo que conforma nuestra propia humanidad!

Gracias Paul por este regalo, por el tiempo y dedicación que pusiste en la revisión a nuestra traducción al español de tu artículo, pero sobre todo porque, con esa habilidad tuya para entender al otro, puedes expresar y compartir lo que muchos de los junguianos quisiéramos decir de la obra de Jung; y no me refiero sólo al trabajo intelectual sino, también, al trabajo profundo con el alma, ¡ahí donde se puede lograr el abrazo amoroso entre Eros y Psique!

Como siempre, los exhorto a que nos compartan sus comentarios, que son los aplausos que reciben nuestros colaboradores, en este caso, el Dr. Paul Brutsche.