Dra. María Guadalupe Abac Archundia
Sanar a través de los cuentos antiguos
y la palabra
de los ancestros mesoamericanos.
por lic.
Lérida De Regil Rivera
Licenciada en Relaciones Internacionales por el ITESM CCM.
Actualmente es alumna de la formación Especialista
en Teoría Junguiana Clínica
y del Taller de Cuentos que
se imparten la Sociedad Internacional de Psicoanálisis Junguiano,
SIDPAJ, de Valencia, España.
Invito al lector de este espacio, tan virtual como la memoria
colectiva, a profundizar en una poderosa herramienta analítica
junguiana: los cuentos.
El psicólogo junguiano japonés Hayao Kawai, en su libro
La Profundidad de los Cuentos Antiguos,
(Ed. Fata Morgana, México, 2002), propone que estos guardan una
estrecha relación con la psique de las personas contemporáneas.
De acuerdo con él, la civilización ha avanzado a partir del desarrollo
y pulimento de la consciencia en la psique del ser humano. Sin embargo,
cuando la consciencia se separa demasiado de su raíz en el
inconsciente, se convierte en algo que ya no tiene una fuerza vigorosa.
En un país megadiverso como México, las
raíces y contenidos
arquetípicos viven a través de los códices, mitos, leyendas
prehispánicas, así como los cuentos y relatos de tradición oral
indígena. La memoria colectiva de la cultura ancestral se caracteriza
por estar profundamente ligada a la comunidad —en consonancia con
su cosmovisión, que está centrada en el nosotros, a diferencia de la
actual sociedad mexicana, centrada en lo individual—.
La naturaleza y el territorio que habitan se configuran con base en una
relación donde no hay un límite claro entre la realidad y lo simbólico.
Su relación con la naturaleza es profundamente espiritual y tiene una
relación directa con lo absoluto.
Para las comunidades indígenas los cuentos portan y expresan su
cosmovisión. No hay una demarcación clara entre el cuento y lo sagrado.
No sólo se cuenta una historia, también se proyecta la circularidad del
tiempo, y es así como se resguardan las enseñanzas ancestrales, su
ética, la relación con los seres vivos y los espíritus, la existencia
de fuerzas intangibles, un acervo cultural y de conocimientos en
botánica, matemáticas, astronomía, agricultura, que los convierten en
memorias vivas dentro de su comunidad.
Desde una perspectiva junguiana se puede observar, por ejemplo, que en
México los arquetipos de la
gran
madre o del
viejo sabio
cobran vida a
través de la curandera o del chamán, que actúan como puentes entre lo
inconsciente colectivo y la comunidad. Y que, al ser narrados e
interpretados a los integrantes de ésta, los cuentos funcionan como una
vía para que los contenidos profundos se expresen y sean comprendidos a
nivel consciente.
En en análisis junguiano, durante los momentos de amplificación, estos
cuentos pueden proporcionar
“insights”
y guía sobre los desafíos y
etapas en el proceso de individuación, ayudando a las personas a
integrar diferentes aspectos de su psique, contribuyendo a su
crecimiento personal y la autocomprensión.
Los cuentos indígenas
mesoaméricanos son, al igual que los de otras
geografías y culturas,
una herramienta que puede ser integrada en el
trabajo analítico junguiano.
¡ Vale la pena recuperarlos y estudiarlos
más a profundidad !