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El
pasado mes de mayo tuvieron lugar, en las ciudades españolas de
Valencia y Barcelona, las presentaciones del nuevo libro de la
editorial: “El cáncer: un acercamiento simbólico”, escrito por la
psicóloga María Mora Viñas. Extrañamente (¿sincronísticamente, diría C.G. Jung?), antes y durante el viaje me sucedieron tres eventos que me hicieron sentir lo que se vive con esta terrible enfermedad, y entonces comprendí lo bien que había estado la decisión de publicar el libro de María Mora Viñas, y así explicar lo que se hace en el trabajo analítico junguiano ante un acontecimiento en el que perdemos el estado de armonía en nuestra vida; este enfoque psicológico nos ayuda a entender el “para qué” de eso que nos sucede y su significado. Los eventos fueron: Primero, dos días antes de salir
de México, conocí a una joven mujer
quien en la plática me dijo que había escrito un libro, un ensayo con
el tema del cáncer, y me obsequió un ejemplar, que estuve leyendo en la
sala de espera del aeropuerto para salir hacia España.
Segundo, al subir al avión, mi compañera de viaje era una mujer que hacía 5 meses había perdido a su marido, justo por esta terrible enfermedad. Ella había hecho unos muñequitos con unas insignias, y hacía este viaje para irlos dejando en los lugares que había recorrido en sus viajes con él. Tercero, a la espera del tren AVE Madrid-Valencia, rumbo a la primera presentación, se sentó a mi lado una mujer elegante, mayor, con dificultades en una pierna, y entablamos conversación, para enterarme que la pierna le dolía mucho porque el día anterior le habían dado radiaciones y tenía molestias muy fuertes. Luego vinieron las presentaciones, Valencia y Barcelona, que iniciaron con breves pero emotivas ponencias sobre el libro, dictadas por dos experimentadas psicólogas españolas, respectívamente María Victoria Ruiz Fernández y Maite Alcón Domínguez, cuyos textos amablemente me facilitaron y les dejo a continuación para su lectura, así como el bello y muy catalán cartel que señala las fechas y lugares en que tuvieron lugar las reuniones. En cada ocasión, las mencionadas presentadoras, la autora María Mora Viñas y yo tuvimos el gusto de disfrutar de un ameno e inteligente diálogo con un numeroso público interesado en el tema. Sólo añado que, en lo personal, las experiencias vividas me fueron muy gratas y positivas, y los encuentros muy enriquecedores. Ojalá que este esfuerzo editorial encuentre pronto a muchos lectores que buscan y necesitan respuestas a las interrogantes de la vida y la enfermedad. Dra.
María Guadalupe Abac Archundia
Junio del 2018
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