Gracias a la doctora Margarita Maldonado
Saucedo por regalarnos este Tema del Mes.
La vejez es esa parte del ciclo
de la vida de la que casi no se habla, nos asusta mucho, nos horroriza,
por todas las pérdidas físicas y mentales que podemos tener. Pero se
nos olvida que es ahí donde gozamos el valor de la experiencia, que es
el “summum bonum” de nuestra vida; y que es aquí también donde tenemos
la última oportunidad para realizar nuestro Proceso de Individuación.
Con esta etapa la vida nos
regala, para poder cerrar o concluir el proceso de lo que somos y hacer
una reflexión de lo que no pudimos ser. Es una etapa en la que se
requiere paciencia, tolerancia, sabiduría, humor, para así poder
aceptar las pérdidas y apreciar las ganancias. ¡Recordemos que también
se puede llegar a ser un viejo tonto!
Es el cierre, el último
momento, que tiene la psique para resolver lo que nos hace únicos,
diferentes y universales.
La psicología del viejo es tan
compleja, tan maravillosa, como la del niño, pero sin los encantos de
la niñez. Envejecer con dignidad, sea cual sea el camino de nuestra
Individuación, es un trabajo enorme para la psique.
Y estoy de acuerdo con la
doctora Margarita Maldonado Saucedo, en que el “cómo” llegamos a viejos
depende mucho de diversos factores que inician a temprana edad: nuestra
genética, el embarazo de la madre, nuestra vida de niños, adolescentes
y jóvenes, etc.
En relación a este tema, hay
dos libros de autores junguianos que yo recomiendo: “Senex and Puer”,
de James Hillman y “The old fool and the corruption of myth”, de Adolf
Guggenbhl-Craig.
Me recuerdo una exposición de
cuerpos humanos desnudos y pintados artísticamente, en la Ciudad de
México, donde se expusieron pinturas, fotografías y esculturas; había
una habitación donde se presentaban los cuerpos desnudos de los viejos,
y yo observaba cómo la gente pasaba de soslayo y, si acaso volteaban a
ver las imágenes, les causaban un gran impacto. En lo personal, esa
exposición me sirvió para hacer las paces con mis pérdidas, que se
iniciaban por aquel entonces.
Yo solamente les puedo decir
que, actualmente, mi amor a la vida tiene otra forma y otra intensidad,
porque cada día hay menos esperanza de una larga vida; por
consiguiente, este momento, el que sea, lo tengo que vivir con la
consciencia de tiempo, espacio, movimiento, con sus emociones y
afectos, los que son en este momento. Me queda invitarlos a aceptar la
vejez como la Gran Maestra... ¡¡ aunque nos asuste !!
Dra.
María Guadalupe Abac Archundia
Febrero 2015
Cuestionamientos
sobre la vejez
por Dra. Margarita Maldonado
Saucedo
La vejez, es un tema muchas veces difícil de asumir cuando se refiere a
uno mismo, sobre todo cuando se tiene como paradigma una sociedad donde
el valor está puesto en la prolongación de la juventud.
En la actualidad el tema del envejecimiento en el mundo académico,
político y social ha tomado un lugar preponderante, principalmente por
las repercusiones económicas, políticas y de salud que esto conlleva.
El proceso del envejecimiento poblacional se ha centrado en la edad
cronológica y en los cambios epidemiológicos, estos últimos favorecidos
por el triunfo de los avances de la medicina y la tecnología, que nos
ha permitido incrementar el promedio de vida. Las estadísticas muestran
que en México, para el 2050, el promedio de vida será de 85 años. Los
estudiosos del tema mencionan que los procesos de envejecimiento son
diferentes entre mujeres y hombres. Son las mujeres las que logran un
promedio de vida mayor que los hombres, esto se explica principalmente
por razones biológicas y socioculturales.
En la actualidad existe un amplio número de modelos teóricos, que desde
diferentes campos del conocimiento tratan de explicar el proceso de
envejecimiento. La biología por ejemplo, menciona que el envejecimiento
se explica como una serie de alteraciones celulares que ocurren de
forma aleatoria y se acumulan a lo largo de la vida. Por otro lado,
desde la perspectiva social, el modelo ecológico de la competencia
(Lawton y Nahemow, 1973) formula: “ la
conducta está en función de la competencia del individuo y de la
presión ambiental que ejerza la situación”. En relación a la
psicología, la teoría del desarrollo de Erickson (1964) busca
enfatizar: “ la
integridad del ego a través de la aceptación de los cambios en el
proceso de envejecer y contempla la vejez como una etapa productiva y
creativa”. Por otro lado, la teoría de la continuidad (Atchley,
1989) menciona que: “ las
características de personalidad en la edad adulta es el mejor predictor
de cómo las personas enfrentaran su propio proceso de envejecimiento”.
En resumen, podemos observar que para poder entender el proceso del
envejecimiento habrá que considerar varios modelos teóricos.
Podríamos seguir hablando de los diversos temas relacionados con la
vejez y con el proceso de envejecimiento, pero considero que lo más
importante es asumir nuestro propio proceso de envejecimiento, con el
fin de llegar a nuestra etapa de vejez en las mejores condiciones de
vida.
Asumir nuestro propio proceso de envejecimiento requiere de un
constante cuestionamiento, por ejemplo: ¿Cuál es nuestro propio concepto de vejez
y, especialmente, de mi propio envejecimiento?,
me es cómodo o incómodo hablar de la vejez, la suavizo y entonces soy
adulto mayor, o bien estoy de acuerdo con los medios masivos de
comunicación, donde la ecuación que se configura es:
vejez=enfermedad=deterioro.
¿Realmente qué hago para poder
llegar al promedio de vida estimado, con una buena calidad de vida?
Por calidad de vida pienso en dos aspectos principalmente: nuestra
independencia física e independencia mental; mismos que nos permitan
seguir tomando nuestras propias decisiones, cualesquiera que estas
sean, que nos ayuden a seguir y estar en la vida, y a plantearnos, día
a día, nuevos retos para nuestro propio crecimiento.
¿Cómo enfrento los miedos, que
crecen con los años y limitan nuestra calidad de vida? Miedo al
deterioro de la salud, la soledad, pérdidas y/o ausencias de seres
queridos. ¿Somos capaces de
reconocer los miedos y enfrentarlos?,
o bien los negamos y, cuando nos damos cuenta, muchas veces es
demasiado tarde. Ver la vejez como un conjunto de miedos nos priva de
no ver nuestros logros, los momentos de vida plena que hemos tenido y,
sobre todo, de darnos cuenta de quiénes somos realmente, ya que en esta
etapa de vida logramos quitarnos las formas que nos acompañaron gran
parte de nuestros años. Quizás hemos estado centrados en nuestro mundo
externo, distrayéndonos, para no ver realmente quiénes somos.
Si lográramos entender que nuestro proceso de envejecimiento y nuestra
vejez son nuestra responsabilidad, quizás modificaríamos nuestros
estilos de vida, ya que cada uno de nosotros construimos nuestra propia
vejez. Este proceso se inicia en la etapa temprana de nuestra vida, la
infancia.
No perdamos de vista el cúmulo de posibilidades que el anciano tiene
para ofrecer a sí mismo y a la sociedad en general. ¡La actitud es la
clave!
Dra. Margarita Maldonado
Saucedo
- Doctorado en Desarrollo Humano con énfasis en educación, por la
Universidad del Valle de Atemajac.
- Entrenamiento en Análisis Jungiano, por la Dra. María Guadalupe Abac
Archundia.
-Maestría en Educación, Psicología Educacional, Consejería y Guía,
por la Universidad del Estado de California, en Northridge.
- Certificación en Gerontología, por la Universidad del Norte de Texas.
- Licenciatura en Psicología, por la Universidad Autónoma de
Guadalajara.
Actualmente, es Profesora Titular del Departamento de Salud, Psicología
y Comunidad,
del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente
(ITESO). Tlaquepaque Jalisco, México
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