Para
“iniciar” el año 2016, y a petición de uno de nuestros lectores, este
mes les presento un interesante artículo acerca de “finalizar”.
Este artículo, escrito por el doctor Javier Castillo Colomer, autor de
varios libros, entre estos “Razón y fuerza del mito”, publicado en 2009
por Editorial Fata Morgana, nos habla acerca de cuáles son los
requisitos para la conclusión de un análisis junguiano.
En términos generales, yo no hablo de terminar o finiquitar el
análisis, porque éste se da a lo largo de toda la vida. Sin embargo, lo
que sí puede ser concluido es el periodo en que estamos con el
analista, que es cuando tenemos un conflicto, un cuestionamiento, ante
la pérdida de nuestra estabilidad, de nuestro Tao, o que se abren
nuevas formas del camino de vida y queremos tomar consciencia de los
elementos emergentes para ese cambio, para poder continuar el camino
que nos lleva a la realización de nuestro Ser.
Y una vez pasado el tiempo de crisis, la función del analista puede
permanecer, en tiempos y sesiones más espaciadas, como el espejo
reflector de nuestras investigaciones y/o exploraciones de nuestro
inconsciente.
Lo que permite el análisis es darnos instrumentos para poder
reflexionar, y su finalidad es lograr que nos independicemos de la
necesidad de que alguien nos cargue o nos sostenga, que es lo más
adecuado para el cuerpo, el alma, el espíritu, para nosotros y para los
demás.
Pero es mejor dejar que sea el doctor Javier Castillo Colomer quien nos
explique algunas ideas... ¡¡¡ les deseo un año pleno en salud y
bienestar físico y espiritual !!!
Dra.
María Guadalupe Abac Archundia
Enero de 2016
El fin del
análisis desde una perspectiva junguiana.
Por
doctor Javier Castillo Colomer
Psicólogo especialista en Psicología Clínica
Psicoterapeuta acreditado por la EFPA
Profesor de Psicología Clínica de la VIU
Director del Master de Psicología General Sanitaria de la VIU
Presidente de la SIDPaJ
Tendríamos que introducir dos vertientes en el análisis de este tema:
1) Una primera, en donde el
análisis junguiano comparte con otras
psicoterapias analíticas ciertos criterios básicos que definen el final
de un análisis.
2) El punto de vista específicamente junguiano.
Dentro de la primera categoría señalaríamos los siguientes puntos:
a) Tiene que haber un yo lo
suficientemente fuerte para poder ser el
soporte de la consciencia y, por tanto, ser capaz de construir una
identidad estable y consistente. Esto permitiría al sujeto establecer
una frontera diferenciada entre su mundo externo e interno.
b) Es necesario ser consciente de los diversos complejos sin ser
poseído por ellos.
c) Ser capaz de tolerar el cambio y la frustración.
d) Desarrollar un yo plástico, con la suficiente capacidad de
adaptación.
e) Ser capaz de tolerar la ambivalencia en las relaciones y, en un
sentido más global, ser capaz de soportar la tensión de los contrarios.
f) Tener la suficiente capacidad para administrar y contener diferentes
situaciones emocionales, aunque éstas posean intensidad.
g) Poseer unos mecanismos de defensa lo suficientemente flexibles para
no crear bloqueos en el sujeto y permitir un mejor manejo de la
angustia. Al mismo tiempo, ser capaz de utilizar estos mecanismos de
forma consciente para administrar diversas situaciones de crisis.
Y por último, podríamos definir la perspectiva específicamente
junguiana de la siguiente forma:
ser
capaz de trabajar en forma
autónoma con la vertiente creativa de lo inconsciente, convirtiendo a
esta instancia en una guía que permita al ser humano construir sentido
en múltiples facetas de su desarrollo vital